El arqueólogo Richard Thomas, de la Universidad de Leicester,
Reino Unido, ha descubierto un hueso perteneciente a una tortuga de las
postrimerías del siglo XIX, en el Castillo de Stafford, en la localidad
de Staffordshire, que según se cree puede ser una de las evidencias
arqueológicas más antiguas de una tortuga viviendo como mascota de
familia en Gran Bretaña.
La trascendencia del hallazgo está en la perspectiva que aporta sobre
los inicios de la importación de tortugas en el país y la actitud
cambiante de la sociedad británica hacia las mascotas familiares.
El hueso de tortuga del Castillo de Stafford fue encontrado entre
esqueletos de gatos y perros, en un contexto que sugiere que fue
mantenida como mascota, posiblemente por la familia que cuidaba del
castillo en esa época. La antigüedad del hueso coincide con la época
(finales del siglo XIX) en que se produjo un auge significativo en el
comercio de animales vivos, y con la importación extendida de tortugas
en particular.
Aunque hay evidencias arqueológicas
parecidas sobre tortugas en el siglo XVII, ésta es la más antigua
evidencia arqueológica sobre la tortuga de tierra en Gran Bretaña.
Parece muy probable que este espécimen fuera importado de África del
Norte o de otro punto de la región mediterránea, dado que a fines del
siglo XIX se produjo un espectacular aumento en el comercio de tortugas
provenientes de esa zona para satisfacer la demanda creciente de
mascotas de esta clase.
La moralidad de mantener mascotas,
en especial ciertos animales, fue considerada muy sospechosa en las
estrictas doctrinas religiosas de las sociedades medievales e incluso en
épocas posteriores, y aunque había una ávida fascinación por las
criaturas exóticas en aquel entonces, parece claro que las tortugas no
fueron consideradas apropiadas como mascotas.
En el Reino Unido y otros países, las actitudes hacia las mascotas comenzaron a cambiar en el siglo XVII.
Durante los siglos XVIII y XIX emergió gradualmente una actitud más
"moderna" hacia los animales de compañía. El escultor Joseph Gott creó
estatuas sentimentales de perros durante el siglo XIX, y en 1824 se
fundó la Sociedad (después Sociedad Real) para la Prevención de la
Crueldad hacia los Animales.
También se tiene constancia
de tumbas de mascotas en ese período, lo que atestigua un tratamiento a
los animales muertos muy diferente del reflejado en los hallazgos de
huesos de mascotas más antiguas, para las cuales la tónica común era
simplemente arrojarlas a la basura cuando fallecían.
Fuente: Globedia.com
Fuente: Globedia.com
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