lunes, 22 de noviembre de 2010

El comerciante y el loro


relatos animales, aves


Había una vez un hombre que trabajaba como comerciante. Un día, uno de sus clientes le regaló un loro.

“Cuidalo mucho porque es un loro muy inteligente, pues sabe hablar”- le recomendó

Un día el comerciante partió a la India en viaje de negocios. Antes de marcharse le pregunto al loro qué quería que le trajese.

“Me gustaría que preguntara a los loros que habitan en los bosques cómo podría yo ser tan feliz como ellos”.

En la India, el comerciante fue al bosque. Allí, miles de loros cantaban y revoloteaban. El comerciante habló:

“Vengo de lejos para preguntaron algo: mi loro quiere saber como puede ser tan feliz como vosotros”.

Ante esta declaración los loros enmudecieron y se quedaron quietos. Ante su insistencia, cayeron de los arboles. El comerciante no comprendía esta reacción y volvió a su casa.

Cuando llegó se acercó al loro y le dijo:

“Siento no poder traerte una respuesta. Fui a ver a tus amigos, pero cuando les pregunté lo que me habías pedido no me contestaron Se quedaron sin habla y algunos se desmayaron”.

Tras decir estas palabras el loro se quedó en silencio y cayó de los barrotes. El comerciante abrió la jaula y lo acercó a la ventana. El loro al ver el cielo azul levantó el vuelo.

¿ No estabas enfermo? - le grito el comerciante.

Cuando les hablaste a los otros loros de mi, ellos comprendieron mi falta de libertad. Al pedirles una solución dejaron de hablar. Lo que querían decirme es que yo hablaba demasiado y debía guardar silencio. Los loros son apresados porque pueden hablar, si dejara de hacerlo seria inútil a mis captores y ya no les interesaría Así lo hice y ahora soy libre.

Anónimo
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